Iluminando el alma

Dicen los budistas que “una sonrisa pegada en el rostro, por mas falsa que sea, acaba iluminando el alma." Ojala sea cierto porque no puedo deshacerme de ella; me enfado... riño e inevitablemente vuelve a dibujarse una sonrisa en mi rostro. ¿Cómo dejar de hacerlo si no dejáis de darme razones para sonreír? Estoy como niña con zapatos nuevos. Feliz porque me permitís formar parte de vuestras vidas y me hacéis partícipe de ellas. Y cómo no hacer mías vuestras alegrías. 

F E L I C I D A D E S

Y para rematar el efecto sonrisa... ¡Vuelvo a tener un plan!

Desde hace tiempo tengo pensado hacer y subir videos a youtube de ganchillo y otras cosillas. Empecé subiendo uno sobre cómo tejer un cuello infinito sin costuras con muy buena aceptación. Lo malo fue que luego no pude hacer el siguiente y entre una cosa y otra se fue quedando "a la espera en el fondo del cajón".

Volviendo al camino

Poco a poco y disfrutando de buena compañía.

Hace unos días os comentaba que llevaba una semana bloqueada incapaz de hacer frente a ningún proyecto. Ya os podéis imaginar qué desagradable eso de querer hacer y nada... que no. Ahí me veíais plantada con todo a mano y sin saber qué hacer. Un asco.

Estoy bloqueada

Es tanta la información, que no sé por dónde empezar. Estoy agobiada.

Esta semana he parado. He tenido que parar porque no era capaz de enfrentar ningún proyecto. Y lo he pasado mal. Mal porque no sabia a qué se debía hasta que me he dado cuenta de una cosa: exceso de información. Seamos sinceras: está muy bien tener información, pero para que te sirva de inspiración ¡no de lastre!

Y he parado. ¡Ya es suficiente!

Es importante para mi redescubrir qué quiero, independientemente de todo lo visto. Poner cada cosa en su sitio y decidir qué información vale y cuál sobra, para tener una imagen clara de lo que quiero y enfocarme en ello.

Pero no penséis que esto significa que os vais a librar de mi. Simplemente voy a otro ritmo.